El pasado Domingo 2 de Junio, el diario El Faro de Vigo publicaba en la edición impresa un estudio acerca de las áreas de influencia de los tres aeropuertos gallegos. Dicho artículo hacía referencia al socorrido tópico de que el aeropuerto de Lavacolla es el aeropuerto mejor situado geográficamente en nuestra comunidad para dar servicio a la mayor cantidad de población posible. Tópico del que se han valido durante años diversos colectivos santiagueses con el fin de cerrar los aeropuertos de Vigo y de A Coruña.
Pues bien, el Faro de Vigo ha echado por tierra tales afirmaciones con un gráfico detallado en el que se pueden apreciar los potenciales usuarios de cada terminal teniendo en cuenta el tiempo que se tarda en acceder a cada una de ellas, dejando a un lado cábalas y conjeturas y centrándose en la realidad palpable que nos proporcionan un reloj y un cuentakilómetros.
A simple vista, podemos apreciar lugares presumiblemente tan alejados como A Fonsagrada o Sarria, y que orbitan sobre el aeropuerto de Alvedro debido a la buena conexión que tienen dichos núcleos a través de la A-6 (Autovía del Noroeste), haciendo que un desplazamiento hasta el aeropuerto Herculino demore poco más de 1 hora y 45 minutos (144 km), mientras que la conexión con el aeropuerto Santiagués conlleva más de 2 horas y un total de 156 km.
Otro caso destacable es el de la comarca de Fisterra con tiempos de acceso a Alvedro de 1 hora 28 minutos (107 km), Muxía 1 h 20 min, Vimianzo 55 minutos… todos ellos más cercanos que al aeródromo Santiagués de Lavacolla.
Cabe destacar, cómo obras de reciente inauguración o que están en proceso de construcción, aportarán aún más peso si cabe a la relación entre dichas localidades y el aeropuerto de Alvedro. Infraestructuras como la nueva A-8 (Autovia del Cantábrico), la Vía de Altas Prestaciones (VAP) Costa Norte, entre las localidades de San Cibrao y Celeiro, o la Autovía de a Costa da Morte.
Todo ello hace que el área de influencia del aeropuerto de Alvedro vaya más allá de las propias delimitaciones del área metropolitana y se consolide como una masa potencial de algo más de 1 millón de gallegos.
En resumen, es hora de ir acabando con falsos tópicos que han ido calando poco a poco en la sociedad y que hace bueno el dicho de que “Una mentira mil veces repetida… se transforma en verdad“