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Eran las 11:32 de la mañana cuando, por sorpresa, veíamos a un A320 de Vueling realizar un vuelo posicional de 7 minutos de duración entre Alvedro y Santiago, sin causas ni motivos aparentes.
El avión, matrícula EC-MDZ, tenía que despegar de Alvedro a las 11:40 rumbo Menorca, vuelos especiales para el programa de mayores IMSERSO. Los pasajeros nada entendían cuando vieron que el avión que iban a tomar se había “escapado”, lo que suscitó gran enfado entre los 180 viajeros.
La respuesta se remite a causas meteorológicas, lo que suscitó gran enfado entre el grupo porque todas las operaciones se habían realizado con total normalidad y las condiciones ambientales no eran malas, con 9 nudos de viento y máximas de 20 en dirección paralela a la pista, ideal para despegar por la cabecera 21. La totalidad del pasaje tuvo que esperar 45 minutos para desplazarse hasta el aeropuerto de Santiago de Compostela.
El motivo más probable podría ser las limitaciones por peso que el vuelo iba a tener, motivadas por el recorte de pista por obras y el avión a plena carga de pasajeros, equipajes y fuel. En estos casos el procedimiento, con los cálculos realizados en base a poder despegar con un sólo motor en funcionamiento, es el de dejar primero equipajes y, si se requiere, hasta pasajeros, que son automáticamente indemnizados.
El vuelo finalmente despegó con más de dos horas de retraso tras la excursión extra que tuvo que realizar, demorando también el vuelo Menorca – A Coruña, A Coruña – Barcelona, y posteriores lo que ha producido un sinfín de reclamaciones a la aerolínea catalana.
Todavía nos seguimos preguntando el porqué de esta maniobra, y en caso de que sea por motivo de pesos, si es preferible desorganizar todas la rotaciones del avión afectando a cientos de pasajeros y realizar un costoso vuelo posicional o seguir, como siempre, los protocolos de reducción de peso en despegue.
