Enaire ha mejorado levemente el rendimiento del ILS de la pista 21 (la más cercana a la ría) según acaba de publicar en su página web, acercando un poco el punto en el que el piloto debe ver la pista o abortar el aterrizaje.
Estas mejoras han sido conseguidas mediante una seríe de talas selectivas de árboles así como un rediseño de la maniobra de aproximación frustrada.
La mejora es bastante importante en la categoria I del ILS, ya que se consigue que los pilotos puedan bajar 35 metros más (el equivalente a un edicio de 12 plantas)
antes de ver la pista.
Sin embargo, para la categoria II del ILS, la que ofrece más precisión y que más permite acercarse al piloto a la pista sin verla, la mejoría es de sólo unos 6 metros en altura (y dado
que la senda de descenso tiene una pendiente de 3 grados, de unos 100 metros en horizontal.)
Con estos cambios el ILS actual, en su categoría II todavía queda lejos del rendimiento del instalado en 2008. En concreto la diferencia es todavía de 78 pies (unos 24 metros), que permitirían evitar en su totalidad los desvios de los últimos días, con visibilidades siempre superiores al kilómetro en el momento de los desvios. La decisión de AENA de recortar la pista y mover el umbral 150 metros hacia el monte Costa como médio más barato de cumplir con las nuevas medidas de seguridad es la principal causante de la merma del ILS. En Asturias, con exactamente el mismo problema, y tras la presión de todos los grupos políticos de la comunidad, se decidió por hacer un relleno parcial en la zona de los postes previa a la cabecera, invirtiendo para ello menos de 2.000.000 de euros.
La mejora no entrará en vigor hasta el próximo 12 de octubre, tiempo necesario para que las aerolíneas actualicen sus cartas de aproximación, y en también
en coordinación con el resto de entidades aeronaúticas internacionales.