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Una avión laboratorio de Enaire estuvo los pasados días 28 y 29 realizando tareas de verificación del funcionamiento de la ayuda instrumental al aterrizaje ILS, que el aeropuerto dispone por su cabecera norte (21). Estas tareas se realizan periódicamente y tienen como finalidad comprobar que la ayuda funciona correctamente y que las aeronaves pueden realizar las aproximaciones con total seguridad. Los trabajos se realizaron en horario diurno y no afectaron al trafico comercial habitual, pese a que la ayuda no estuvo disponible durante varias horas a lo largo de ambos días.
En ningún caso estas tareas van a servir para mejorar el rendimiento del sistema, muy deteriorado desde la puesta en marcha de la ampliación de la pista, ya que al mismo tiempo se decidió recortar la pista, acercando el punto de aterrizaje a la zona montañosa al sur del aeropuerto. A ello hay que sumar que todavía ninguna administración ha dispuesto la tala de los eucaliptos que empeoran todavía más la situación y que provoca que a día de hoy los pilotos deban ver la pista 22 metros más alto que cuando se instaló el sistema antiniebla.
Del mismo modo, no se aprovechó la estancia durante estos días de la aeronave para realizar los vuelos de prueba de la maniobra instrumental que se intenta desarrollar para la cabecera sur, y que acumula casi un año en espera del vuelo de prueba.
Fotografía: Bene Riobó
